XX JORNADAS PARA LA RECONQUISTA DE LA UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA

 

LA IGLESIA CATÓLICA Y LA RESTAURACIÓN

 

 

Jaime SERRANO DE QUINTANA

 

Zaragoza, 11, 12 y 13 de abril de 2009

INTRODUCCIÓN

 

A/ Antecedentes

 

El periodo de relaciones de la Iglesia y el Estado Español, que vamos a estudiar en la presente ponencia, es la de la RESTAURACIÓN, ocasionada -como de todos los presentes es sabido- por el golpe militar del General MARTÍNEZ CAMPOS DE 1874, y que tuvo como inmediata consecuencia, la imposición de la Corona al hijo de la Reina proscrita y desterrada en Paris ISABEL II.

 

Dado el espíritu de las Jornadas en general y al tema de esta ponencia en particular, nos centraremos en la faceta religiosa (y antirreligiosa) de este periodo, a su vez consecuencia reactiva, frente a los hechos ocurridos en España, a partir de la GLORIOSA de 1868, y la posterior Constitución de 1869, así como a las medidas antieclesiales, no solo anticlericales, a la persecución religiosa, a la Ley de Libertad Religiosa y a la del matrimonio Civil Obligatorio.

 

Nos remitimos, por ello, a lo dicho por nosotros el pasado año en esta misma sala.

 

 B/ ELENCO DE PROTAGONISTAS DE ESTE PERIODO

 

En este epígrafe, intentaremos hacer una pequeña selección de personas, movimientos, partidos y asociaciones, que tuvieron participación decisiva durante estos casi sesenta años de la vida de España, bien directa, bien indirectamente en el plano político en general, y en las relaciones Iglesia–Estado en concreto, tema –recordemos- objeto de esta exposición.

 

Somos conscientes de dos dificultades a salvar, a saber:

 

La primera, derivada de la amplitud del arco temporal abarcado, nada más y nada menos, desde 1874 hasta 1931.

 

La segunda, la lógica y justa puesta en entredicho, a  una selección elaborada a través de un prisma subjetivo.

 

Recogemos el reto y nos limitaremos, a trazar unas simples líneas biográficas  de ciertos nombres, por entender que son de algún modo prototipos o puntos de referencia, en el transcurso de estos largos,  veloces y conflictivos años Nos arriesgamos aun a sabiendas que alguno de nuestros oyentes nos pueda objetar la omisión de alguna personalidad. Lo dejamos a su condescendencia y lo aplazamos al debate posterior a la lectura.

 

Haremos una división previa entre personas y llamémosles entidades de fuerte implantación social.

 

Las primeras, la subdividiremos, en personas encarnadoras de una institución y en aquellas que poseen luz propia y hasta cierto punto independiente.

 

Las segundas dada su heterogeneidad, serán analizadas desde ángulos variados.

 

 1º.- Personas:

 

a)      Ligadas a una Institución

 

 LEON XIII. Papa cuyo pontificado duró desde 1878 hasta 1903.  Debemos por justicia dentro de este periodo, hacer una breve mención a su antecesor Pío IX (Giovanni Mastai-Ferretti) el Sumo Pontífice que declaró el Dogma de la INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARIA, que convocó el Concilio VATICANO I y que fue hecho prisionero por las fuerzas garibaldinas el 20 de Septiembre de 1870. Ahora bien, este Pontífice se escapa por motivos existenciales del ámbito del tema que nos ocupa, aunque su influjo le sobrevivió.

 

Vicenzo Gioachimmo Pecci, elegido Papa como LEON XIII, y cuyo Pontificado, abarcó desde 1878 a 1903, tuvo que afrontar la compleja situación en que se encontraba la Iglesia tras la desaparición de su antecesor.

 

Su relación con España fue indirecta, pero repercutió en gran manera en el campo social con la ENCICLICA RERUM NOVARUM, y en el plano político por su política de acercamiento a la III República francesa -sin dejar de combatir con vehemencia al laicismo y a la masonería- y por la finalidad de su ENCICLICA NOBILISSIMA GALLORUM GENS, en favor de la unidad de los católicos franceses, ante las políticas anticatólicas de los distintos gobiernos republicanos.

 

El Papa PIO X, elevado posteriormente a los altares ocupó la sede de Pedro entre 1903 y 1914. Su Pontificado tuvo efectos más directos en España, primero por designar como Secretario de Estado a un cardenal español MERRY DEL VAL y en segundo lugar por las tensas relaciones con el gobierno español presidido por CANALEJAS, llegando al rompimiento de las relaciones diplomáticas en 1910 a causa de la denominada  LEY DEL CANDADO, de lo cual hablaremos más adelante.

 

Su condena al modernismo y al movimiento Le Sillón, tuvieron en España una repercusión más tardía ya cerca de la II República.

 

ALFONSO XII. El hijo de la desterrada Isabel II, fue “devuelto” a España, gracias al Golpe de Sagunto, el 29 de Diciembre de 1874, perpetrado por el General Martínez Campos, con el objetivo de poner fin a la anarquía republicana y frustrar cualquier posibilidad de la toma del, poder por Carlos VII

 

Su base política giró en torno a tres hombres públicos: Martínez Campos, Cánovas del Castillo y Sagasta.

 

Consolidó la Restauración a pesar de la inestabilidad política del momento, atentados frustrados contra su  persona y la de su esposa -que finalizaron dicho sea de paso con la ejecución de los autores-, levantamientos militares republicanos y la continuación de la III Guerra Carlista.

 

En relación con la Iglesia, su reinado gozó de la mediación del Papa León XIII, en su tensión y posible guerra con Alemania, por las Islas Carolinas.

 

ALFONSO XIII, hijo del anterior, era el Rey Liberal por excelencia “Católico como español, y liberal como hombre de mi época”. Continuó con la política general de la Restauración, teniendo que soportar un fuerte movimiento huelguístico e importantes brotes anarquistas.

 

De destacar en su reinado “efectivo” (esto es después de la Regencia de su madre) tuvo dos hitos positivos: Su neutralidad durante la Primera Guerra Mundial, con serias dificultades de equilibrio, dentro de su propia familia y posteriormente la entronización del Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles, hecho que sin duda contribuyó sustancialmente a su perdida del trono.

 

 b)      No representativas de institución alguna.

 

 ANTONIO CANOVAS DEL CASTILLO, dirigente prototípico del Conservadurismo, procedía del antiguo partido UNIÓN LIBERAL, forjado por el ala más progresista de los moderados -como es el caso de Cánovas- y el sector más moderado de los progresistas.

 

Fue paladín de la Restauración y creador del “turnismo”, con Sagasta.

 

De destacar en él fue su aproximación a León XIII, llegando éste a mediar en el conflictivo litigio de las Carolinas, evitando la guerra con Alemania. La ejecución de  ocho anarquistas en el Castillo de Montjuich en Barcelona le costó la vida, al ser asesinado por el anarquista  italiano Angiolillo

 

PRAXEDES MATEO SAGASTA, la otra cara de la Restauración, iniciando su actividad en las filas del Partido Progresista, fue un gran anticlerical grado 33 de la Masonería, aunque nunca se autodeclaró como anticatólico, incluso al principio de su actividad política siendo diputado por Zamora, defendió la Unidad Católica de España y se opuso a la Libertad de Cultos, lo cual sorprendió muchísimo a sus propios correligionarios. Nunca más volvió a tocar la cuestión religiosa, al menos de forma directa.

 

Tras participar en varias intentonas golpistas de ideología progresista y republicana, ser condenado a muerte, sentenciado a prisión y posteriormente desterrado, fue suavizando poco a poco su actitud política y de ahí su rompimiento –político y personal– con otro político progresista y también masón Ruiz Zorrilla, y su colaboración decisiva en favor de la Restauración de la corona en la persona de Alfonso XII. Posteriormente mantuvo un distanciamiento y consiguiente enfrentamiento con su “sucesor” en el partido Liberal, Canalejas, motivado por el atemperamiento del primero en la política religiosa.

 

Activísimo parlamentario, -pronunció 2542 discursos, fue diputado en 16 Cortes y en 34 legislaturas- murió el 3 de Enero de 1903, asistido espiritualmente por un obispo.

 

ANTONIO MAURA MONTANER, proveniente del campo liberal, ingresó en el Partido Conservador, atraído por la figura de Silvela Reformista en los social y en lo administrativo, fue el jefe indiscutible del Partido Conservador.

 

Tuvo que afrontar el estallido revolucionario de la “Semana Trágica” de Barcelona, el  posterior fusilamiento de Ferrer Guardia, e incluso dos atentados anarquistas -distanciados en el tiempo- para ser cesado de sus funciones y de su representatividad política conservadora, creándose por este motivo una corriente entre la juventud conservadora denominada Maurismo, cuyo presidente seria el futuro republicano Ossorio Y Gallardo.

 

Finalizó su vida política y la biológica, ocupando la jefatura del gobierno tras la batalla de Annual y oponiéndose al Directorio del  General Primo de Rivera.

 

JOSÉ CANALEJAS MENDEZ, sucesor nato de Sagasta mantuvo con él serias diferencias, especialmente en el terreno de las relaciones Iglesia-Estado. Llegó a la política de la mano de Cristino Martos, siendo elegido diputado en 1881 por Soria.

 

En 1884, defendía en el Parlamento, la independencia del Estado respecto a la Iglesia, la libertad de cultos y de conciencia, el sometimiento de los institutos monásticos a una nueva Ley de Asociaciones de carácter civil –en esto consistió la llamada “Ley del Candado” de la que hablaremos más adelante- y substracción de la escuela pública de cualquier dogmatismo religioso. No obstante, no se mostraba contrario a la confesionalidad del Estado, por imperativo constitucional, pero solamente a los efectos de protocolo, sin suponer con ello privilegio alguno.

 

Se mantuvo firme frente a los movimientos de eclosión política y social, lo cual, al igual que le ocurrió a su predecesor Cánovas le costó ser asesinado por el anarquista Pardinas.

 

EMILIO CASTELAR RIPOLL, figura esencial, para entender y conocer, el movimiento republicano en España. Presidente de la I República. Sin abdicar de su ideología republicana, creó un partido el POSIBILISTA, con el fin de colaborar directamente con el Partido Liberal y así indirectamente con la Restauración Monárquica

 

Sobresalió, en las Cortes Constituyentes de 1869, siendo elegido diputado por Zaragoza, defendiendo la Ley de Libertad de Cultos, en altas y profundas disquisiciones contra el canónigo Manterola, contrario a la aprobación de dicha norma.

 

ALEJANDRO LERROUX, a diferencia del anterior, representante del republicanismo autoritario e intelectual, el político de La Rambla, es el ejemplo del republicanismo demagógico y vocinglero, de fuerte contenido anticlerical y anarquizante, primero en la prensa, luego en la tribuna.

 

Se inició en el Partido Progresista, apoyando la facción del doctor Esquerdo, se adhirió posteriormente a la UNIÓN REPUBLICANA de Nicolás Salmerón, rompiendo con él posteriormente, por oponerse a su integración en Solidaridad Catalana. Tuvo su centro de actuación en Barcelona, donde se le denominaba “Emperador del Paralelo”, rodeado y fortalecido por los “jóvenes bárbaros” su verbo era muy temido.

 

Claro ejemplo de evolución, su Partido Radical fue perdiendo –si se me permite el juego de palabras- radicalismo. De aquel Lerroux que exhortaba “a levantar el velo a las novicias elevándolas al honorable título de madres” pasaba a pronunciar en la Casa del Pueblo de Barcelona las siguientes palabras en 1914 “(...) no podemos ya así hablar al pueblo, porque le engañaríamos, ya que estamos convencidos de que la revolución de barricadas no es posible”.

 

RAMÓN NOCEDAL Y ROMEA, hijo del no menos insigne pensador y político tradicionalista Cándido Nocedal -fundador de los periódicos LA CONSTANCIA y EL SIGLO FUTURO- fue disidente desde el SIGLO FUTURO de la política oficial del Carlismo, usando al igual que en el Parlamento un tono irónico, no carente de profundidad.

 

Finalizó su tarea política constituyendo EL PARTIDO INTEGRISTA en 1885, basado en la defensa de la Tradición, soslayando si es necesario la cuestión dinástica.

 

Este partido desapareció siendo su dirigente José Mª Senante, a la llegada al poder del General Primo de Rivera.

 

JUAN VAZQUEZ DE MELLA, tribuno tradicionalista por excelencia, ingresó en las filas carlistas de la mano del marqués de Cerralbo, siendo elegido diputado por Estella.

 

Defendió con altura intelectual y combatividad los principios del tradicionalismo. Sus argumentos doctrinales giraban en torno a la Unidad católica de España, la Monarquía Cristiana y la Libertad Municipal. Sus “ideas nacionales” fueron la unión con Portugal, la recuperación de Gibraltar y la necesaria e íntima relación con Hispanoamérica.

 

En 1919 tras el apoyo de don Jaime a la causa aliada durante la GRAN GUERRA, se escindió del Carlismo fundando EL PARTIDO TRADICIONALISTA y un periódico EL PENSAMIENTO ESPAÑOL.

 

PABLO IGLESIAS, el líder socialista por antonomasia, miembro de la asociación de tipógrafos, llamada NUEVA FEDERACIÓN, estableció JUNTO a otros, las bases de lo que sería el futuro PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, el día 2 de mayo de 1897 en una fonda de la calle Tetuán de Madrid. En su mano estuvo al mismo tiempo el control del nuevo partido organizado en 1888, el de la UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES, creada el mismo año en Barcelona y la dirección del periódico EL SOCIALISTA.

 

Salió elegido diputado en 1910 -el primero de la historia española- siendo su primer discurso totalmente incendiario, pues claramente propugnó entre otras cosas la supresión de la Iglesia, entre otras instituciones como el Ejército y la Magistratura. En el mismo discurso a causa de la represión contra participantes en la Semana Trágica de Barcelona, afirmó rotundamente que el jefe del gobierno Maura y su partido no deberían de nuevo gobernar, aunque las urnas les diesen la victoria (argumento que repetiría más tarde Largo Caballero), llegando incluso a amenazarle personalmente diciendo “Tal ha sido la indignación por la política del gobierno, presidido por el Sr Maura en los elementos proletarios que nosotros (........) hemos llegado al extremo de considerar que antes que SS. suba al Poder debemos ir hasta el atentado personal”

 

MARCELINO MENENDEZ Y PELAYO, insigne polígrafo, uno de los más preclaros intelectuales católicos españoles, defensor a ultranza la unidad católica de España y de la gloriosa Tradición Española. Como es imposible reproducir en pocas líneas toda su sapiencia, nos limitaremos a transcribir unas frases de su Discurso Preliminar para la publicación de su magna obra HISTORIA DE LOS HETERODOXOS ESPAÑOLES:

 

“(…) mi historia será parcial en los principios; imparcial, esto es veracísima, en cuanto a los hechos (…) en una palabra, con claridad hacia las personas, sin indulgencia para los errores. Diré la verdad lisa y entera a tirios y troyanos sin retroceder ante ninguna averiguación, ni ocultar nada, porque el catolicismo, que es todo luz, odia las tinieblas y ninguna verdad puede ser hostil a la verdad Suma”, afirmando más adelante respecto a los distintos movimientos heréticos “que solo se explican refiriéndolas al principio de que aberran”

 

RAMIRO DE MAEZTU, el gran apóstol de la Hispanidad -junto al padre Zacarías Vizcarra-, es uno de los pensadores clave en este periodo. Tras un cierto decantamiento hacia tesis no ortodoxas, se convierte en un contundente defensor de la Tradición Católica de España, y así en  su artículo RAZONES DE UNA CONVERSIÓN escribe, después de autoimpugnar el título, puesto que nunca había abandonado los lazos con la Iglesia, lo siguiente “(.....) he pensado durante muchos años, y todavía lo pienso en cierto modo, que los españoles de los siglos XVI y XVII habían sacrificado a la gloria de Dios y de la Iglesia los intereses inmediatos de la Patria”  agregando después “(....)  Así hemos vuelto a España, que fue nuestro punto de partida. Al fin todo ello me encuentro con que mi Patria perdió su camino cuando empezó a apartarse de la Iglesia, y no puede encontrarlo como no se decida de nuevo a identificarse con ella en lo posible”.

 

MIGEL DE UNAMUNO es el reverso de la medalla de los dos pensadores anteriores. No es un pensador monolineal, por el contrario, es contradictorio en muchos de sus pensamientos.

 

Desde el punto de vista religioso católico, adolece de algunos errores:

 

El primero es confundir lo supranacional con lo irracional y llegar a una conclusión fideísta-racionalista, negando cualquier acercamiento de la Fe y la razón, de este modo Julián Marías en su libro MIGUEL DE UNAMUNO nos describe su posición “(…)  el volumen capital de su heterodoxia no estriba en sus afirmaciones, sino más bien en la negación de que se pueda afirmar o conocer nada en relación con Dios. El error radical de Unamuno no es tanto el lanzarse por una vía descarriada como el cerrarse la posibilidad de acceso al tema de la Divinidad”.

 

Otra de su deformada actitud religiosa, consistía en querer y buscar una religión sin dogmas y sin jerarquía, así nos dice en una de sus CARTAS INTIMAS “Hoy por hoy me encuentro con que solo acepto a Cristo y al Evangelio; y es que todo lo que el espíritu del Evangelio me enardece, me enfrían los dogmas de la Iglesia...”

 

Por último, es de destacar en el pensador vasco (y españolísimo) su concepción de lo religioso como un humanitarismo más que como Fe. Esta tesis la desarrolla en su novela SAN MANUEL BUENO MARTIR, en donde el protagonista es un párroco que no cree en lo que predica, siendo la razón de su equivoca actitud la felicidad y “vana” esperanza del más Allá en sus feligreses.

 

JOSE ORTEGA Y GASSET, a caballo entre el ateismo y el agnosticismo, defendió que la necesidad de relanzar a España a la modernidad era desculturalizarla católicamente, creando un Estado confesional laico.

 

Al igual que Unamuno desea una Iglesia Católica sin dogmas y sin jerarquía Su referencia es el padre Pietro Maironi protagonista de la novela del escritor italiano Antonio Fogazzaro. La interpretación que da este autor a la iglesia es totalmente modernista en el sentido del conjunto de doctrinas condenadas por san Pío X. De ahí que el pensador español escribiese “(...) Mas  esta fórmula del futuro catolicismo predicado por El Santo nos hace pensar a los que vivimos apartados de toda iglesia: si fuera tal el catolicismo, ¿no podríamos nosotros  ser también católicos?“.

 

 2º.- Sujetos Colectivos

 

 PARTIDOS CONSERVADOR Y LIBERAL, representan el sostén de la Restauración, son interdependientes. De ideología liberal ambos, son herederos respectivamente de los antiguos MODERADOS y PROGRESISTAS. Los primeros más propicios a una entente cordial con la iglesia, los segundos más reticentes. Más que en las diferencias de los dos partidos “turnistas”, la conflictividad de estos dos grupos se encontraba más que en el contraste entre ambos, en las diferencias internas respectivas

 

CARLISMO, mantuvo con hidalguía su ideario, contando con grandes figuras en la oratoria y en el pensamiento. No obstante, estaba algo debilitado tanto por la problemática cuestión sucesoria, como por la triple escisión – Integristas, Carlistas y Tradicionalistas- habida en su seno. A esto se le agregaba la nula asistencia expresa o tácita de Roma hacia la Comunión, la deserción del General Cabrera y la pérdida de la III Guerra Carlista.

 

REPUBLICANISMO, muy heterogéneo, posee dos caracteres que lo definen: su laicismo y sus personalismos. De una forma algo esquemática diremos que existían dos grandes grupos: los Unionistas y los Federalistas.

 

SOCIALISMO habiendo hecho referencia a este partido al hablar de Pablo Iglesias, solo cabe mencionar, por un lado, su progresiva implantación en España y su permanente división interna.

 

ANARQUISMO representa la competencia del anterior. Su implantación fue muy importante, en una triple dimensión: El terrorismo, la lucha social y la penetración ideológica en lo cultural.

 

IGLESIA ESPAÑOLA, su nota principal es su diplomacia, oscilando su actitud beligerante en función de la actitud anticlerical de los distintos gobiernos. Nos referimos claro está a la Jerarquía, ya que la posición de los clérigos “de a pie” era muy variada, abarcando desde el carlismo, hasta los distintos separatismos o regionalismos muy acentuados.

 

EJERCITO, básicamente liberal y constitucionalista. No obstante, fue formándose en su seno distintas facciones más o menos autoritarias o ultraprogresistas. De destacar la participación de militares en levantamientos de carácter republicano, y también la penetración en esta institución de la masonería.

 

COMPAÑIA DE JESUS, dentro del ambiente anticlerical y antirreligioso, fue siempre el blanco más apetecido, tanto por la influencia de la Orden, como por su espíritu de milicia, como por su cuarto voto de obediencia al Papa.

 

MASONERIA, continuo su actitud descristianizador y anticlerical, a pesar de la existencia de diversas ramas. Se debe recordar que en este periodo se escribe la Encíclica de LEON XIII HUMANUM GENUS donde se la define como “naturalismo organizado”.

 

KRAUSISMO, no fue solo una filosofía, se convirtió en una pedagogía y en una nueva moral. Su creador, de donde proviene su nombre, el alemán KARL KRISTIAN KRAUSE, quien defendía un sucedáneo del panteísmo, el Panenteísmo, se oponía a la preponderancia e incluso a la existencia de una labor educativa por parte de la Iglesia.

 

Su principal figura fue Julián Sanz del Río, encontrándose dentro de sus seguidores el prócer liberal Gumersindo de Azcárate y el que fuera presidente de la I República Nicolás Salmerón y el escritor Leopoldo Alas “Clarín”

 

INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA, fundada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos, pretendía una enseñanza aconfesional; su proyección era tanto la enseñanza universitaria, como la secundaria. Fomento la coeducación, así como la enseñanza del deporte y el arte.

 

A la muerte de Giner le sucedió BARTOLOME DE COSSIO y poco a poco fue decayendo su influencia.

 

ASOCIACIÓN CATÓLICA NACIONAL DE PROPAGANDISTAS, entidad fundada por el padre jesuita ANGEL AYALA director de la Congregación Mariana de Madrid, el 4 de Noviembre de 1908, siendo elegido el periodista ANGEL HERRERA –futuro cardenal- como presidente el 3 de Diciembre

 

Esta asociación aspiraba a ser un aglutinante espiritual católico para todos los que actuaban en la vida pública, por encima y por delante del partidismo político.

 

 3º.- Dos libros frente a frente.

 

La imprenta siempre ha jugado un papel decisivo -como es de todos sabido- en las pugnas políticas de cada momento.

 

Este periodo no podía ser una excepción, de ahí el título de este epígrafe.

 

Se podrían señalar varios títulos de obras que despertaron serias polémicas, e incluso graves alteraciones de orden público, sin embargo, vamos a ceñirnos a dos, las cuales cada una en su género -una es un ensayo, la otra una novela posteriormente adaptada al teatro- despertaron pasiones y que podemos designar como paradigmáticas:

 

Por un lado, el ensayo del sacerdote de Sabadell, escrito en 1884, don FELIX SARDÁ Y SALVANY, EL LIBERALISMO ES PECADO, en donde se hace un minucioso examen de la doctrina liberal, sin excepción de grados, e incluso de especies. Nos estamos refiriendo en este caso al llamado Catolicismo Liberal, al que define como “paganismo puro con lenguaje y formas católicas”

 

Este libro desató la inquina tanto en el campo laicista y racionalista como en el propio católico.

 

El segundo libro es la novela del escritor asturiano RAMÓN PEREZ DE AYALA, titulada A.M.D.G, en clara alusión a la enseñanza religiosa y especialmente jesuítica -nos remitimos a lo dicho en este aspecto anteriormente-, convertida en bastión de la polémica Iglesia, sociedad civil o si se prefiere la influencia de aquélla en ésta.

 

El libro fue adaptado más tarde (en época que escapa de nuestro estudio) al teatro, lo que ocasionó alteraciones de orden público.

 

El eje del libro consiste en una denuncia contra la enseñanza impartida por los padres jesuitas –según el autor, quien leda un cariz autobiográfico- por su talante autoritario, por su contenido moral, por su visión escatológica, por su interpretación de los textos ignacianos, etc, etc.

 

En resumen hemos plasmado aquí el campo de juego o si se  prefiere de batalla, en que se desarrollará el núcleo de la presente ponencia.

 

 I / MARCO HISTORICO.

 

 A/ ESPAÑA.

 

Periodo evidentemente no solamente largo, sino también cambiante y dinámico, es el que pretendemos afrontar con un mínimo de rigor académico Por ello nos limitaremos, por razón del tiempo, a esbozar unas líneas descriptivas.

 

Encabeza este periodo, el golpe de Estado del General MARTINEZ CAMPOS de 29 de Diciembre de 1874, que restauró la monarquía en la dinastía borbónica.

 

Fue vino viejo en odres nuevos, que alteraron el sistema político (no la filosofía que seguía siendo liberal), estableciéndose el denominado turnismo, basado en la alternancia compartida de dos partidos el CONSERVADOR y el LIBERAL, cuyos dirigentes y máximos exponentes eran respectivamente ANTONIO CANOVAS DEL CASTILLO y PRAXEDES MATEO SAGASTA. El primero recogía en su seno a los viejos moderados, a los antiguos miembros de la Unión Liberal y a los unionistas católicos de ALEJANDRO PIDAL.

 

El sistema tenía dos pilares el propiamente doctrinal y el organizativo.

 

El primero fundamentado en la firmeza de unos principios cuya misión era garantizar la estabilidad del nuevo régimen, la monarquía, la libertad, el derecho a la propiedad privada, la aceptación de la dinastía alfonsina (con clara prevención hacia la dinastía carlista), y el gobierno conjunto de la Cortes y la Corona.

 

El segundo consistía en el cómo se ejercía el turno de ambos partidos. El momento del cambio del partido en el poder se hacía, no en virtud de unas elecciones, sino que se ejercería tras un acuerdo previo entre los mismos y a posteriori se celebrarían los comicios

 

Desde el punto de vista práctico, ocurrió que la celebración de la elecciones por el Partido Designado favoreció el fraude y el caciquismo, lo cual restaba autenticidad al sistema. De otra parte, la realidad del desenlace político, conllevó a que los liberales llevaran la iniciativa de todos los proyectos legislativos, siendo el partido conservador un mero receptor, un “moderado” freno. Lo cual también viciaba al sistema.

 

De destacar fue la promulgación del Constitución de 1876, de la que hablaremos más adelante, vigente hasta la constitución republicana de 1931.

 

Todo esto quedaba adobado por la aparición de fuertes movimientos sociales, muchos violentos y la aparición del anarquismo y el socialismo en nuestra Patria; el surgimiento de una fuerte corriente intelectual dividida en dos sectores que simplificando podríamos denominar: Católico y librepensador y por último “el 98” con la pérdida de Cuba.

 

De este modo el Siglo XX inició su andadura en España, con el signo de la conflictividad, de la precariedad y de la inestabilidad.

 

España se convertía en un gran problema, a su vez integrada por grandes cuestiones problemáticas:

 

a)      El terreno político que ya hemos apuntado anteriormente, con su debilidad, con su acarreamiento de inautenticidad o de vacío doctrinal finalizando con el desahucio de ambas formaciones políticas.

 

b)      El surgimiento de ciertos nacionalismos periféricos que contribuyeron aún más a la marcha eficaz del sistema.

 

c)      La cuestión social, arropada con intensa conflictividad, incluida violencia y más concretamente existencia de un terrorismo organizado.

 

d)      El tema religioso y de las relaciones Iglesia–Estado, de la que trataremos inmediatamente.

 

Todo lo hasta aquí expuesto, aunque de manera somera, dio lugar al Golpe de Estado Militar del General Don MIGUEL PRIMO DE RIVERA Y ORBANEJA de 13 de Septiembre de 1923, efectuado con la anuencia del Rey ALFONSO XIII.

 

Se subdividió este periodo en dos, el propiamente militar Directorio, hasta 1926 y posteriormente el llamado gabinete civil, integrado por valiosísimas personalidades procedentes de todos los ámbitos profesionales.

 

No es aquí el momento de estudiar las obras realizadas en este periodo, bástenos señalar a “grosso modo” la recuperación del orden público, un freno a la antireligiosidad, una defensa de la unidad de España, un desarrollo económico y social y la solución de la guerra de África.

 

La política profesional no le perdonó su marginación y presionó al Rey a su destitución.

 

Acto seguido la formación de la denominada Dictablanda del General Berenguer y el gobierno del Almirante Aznar, impotentes para solucionar nada y por el contrario incapaces de evitar la caída de la Monarquía y la implantación de forma ILICITA e ILEGAL de la l I Republica Española.

 

 B/ EUROPA PROXIMA

 

 Nos circunscribiremos por motivos obvios al binomio Religión-Política y al de Iglesia-Estado.

 

 a)      FRANCIA

 

correspondiente al de la III República, iniciada en 1870 tras la caída del II Imperio.

 

Su eje laicista se consideraba consubstancial al nuevo régimen, no solamente como contraposición al pasado, sino también por su antitesis al Syllabus, redactado por Pío IX en 1864, motivo por el cual se presentaba a la Iglesia como enemiga de la libertad, de la democracia y del progreso científico y por consiguiente de la República.

 

La iglesia atravesó durante este periodo una gran y cruenta persecución. La Comuna de París (1871) fusiló al arzobispo Darboy y 62 sacerdotes y seglares católicos. La masonería campó con tota prepotencia, el anticlericalismo se convirtió en moneda de uso común en los debates y discursos políticos del momento. “El clericalismo es el enemigo” decía Gambetta en la Cámara. Desde el ministerio se desató una persecución incruenta, pero al fin y al cabo persecución. Se negó a las Facultades Católicas conceder grados académicos, y fueron suprimidas las escuelas religiosas y sus casas, con una hostilidad especialmente contra los jesuitas, al mismo tiempo que se prohibía la enseñanza de la Religión en la escuela pública, expulsando de la misma a sacerdotes y religiosos.

 

Por si esto no fuera bastante, se procedió a la secularización de los cementerios, y a la clausura de 261 monasterios masculinos.

 

El Papa León XIII intenta una aproximación a la República en 1892, mediante la política conocida como Ralliement, mas este gesto fue inútil e incluso nocivo, ya que fomentó la división de los católicos -no solo franceses- por un lado, y por otro no logró impedir la campaña anticatólica de 1901, en que fueron nuevamente cerradas 10.000 escuelas católicas, fueron suprimidas más ordenes religiosas y confiscados todos sus bienes.

 

En suma, la descristianización de Francia gozaba de buena salud.

 

 b)      ITALIA

 

La izquierda italiana adoptó desde el principio una actitud anticlerical, a partir de la creación del Estado Italiano que se forjó en contra precisamente del Papado. Por otro lado, El Papa Pío IX, como consecuencia de la línea antirreligiosa del nuevo Estado, prohibió a los católicos el ser elegidos y electores.

 

Las medidas disciplinares conducentes a aislar a los católicos de la vida política italiana, fueron suavizadas por el Papa PIO X en 1913, permitiendo en momentos gravísimos, y por cusas no menos graves, la participación de los católicos en política, formándose para ello LA UNIONE ELETTORALE.

 

 c)      ALEMANIA

 

 La política de Bismarck, canciller del nuevo Estado alemán, respecto a la Iglesia, se caracterizó por una lucha-temor hacia la Iglesia Católica, con la intención de evitar que la Iglesia se convirtiese en un Estado paralelo.

 

A mayor abundamiento, los católicos alemanes se organizaron el en llamado Partido del Centro, lo cual impulsó al canciller a establecer en 1872 su política antirreligiosa denominada KULTURKAMPF, con la legislación en 1873 de leyes sancionadoras contra los sacerdotes que se negaran a someterse a la política del Kulturkampf.

 

Posteriormente y como consecuencia de la aparición en escena del Partido Socialdemócrata, se vio obligado Bismark a cambiar el orden de calificación de sus enemigos y a pesar de la resistencia llevada a cabo por los sacerdotes alemanes y por los católicos en general. Todo concluyó en 1878 de forma tibia y posteriormente en 1887 con carácter jurídico, con un acuerdo entre él y el Papa León XIII.

 

 C/ LA IGLESIA

 

 a)      PONTIFICADO DE LEÓN XIII ( 1878-1903)

 

 Gioacchino Pecci fue un hombre que concilió su habilidad diplomática con el firme sostenimiento de la Doctrina, afianzado todo ello con su vasta cultura.

 

Su principal objetivo fue el de acercar el mundo moderno a la Iglesia, y al mismo tiempo estudiar los problemas de éste a la luz de la Fe mediante la creación de universidades católicas y la actualización de la filosofía tomista.

 

Combatió al liberalismo, al socialismo, a la predemocracia cristiana y a la masonería. En relación a ello escribió diversas encíclicas, así DIUTURNUM ILLUD  (1881), sobre el origen divino del poder; INMORTALE DEI (1885), respecto a la concepción cristiana del Estado; SAPIENTIAE CHRISTIANAE (1890) en la que se daba orientaciones a los cristianos en cuanto miembros de la sociedad; HUMANUM GENUS (1884) condenando a la Masonería; LIBERTAS PRAESTANTISSIMUM ( 1888), sobre la concepción cristiana de la libertad.

 

No obstante, la encíclica mas conocida de este Papa, fue la que abordaba la cuestión social: RERUM NOVARUM (1891) donde  aportaba soluciones a tan importante tema.

 

Para concluir el breve examen de este pontificado, bástenos con hacer mención de su alta y eficaz labor diplomática, publicando una encíclica sobre la paz internacional PRAECLARAE GRATULATIONIS (1894) así como su asistencia al VII Congreso para la Paz celebrado en Budapest el año 1896 y ser invitado a la Conferencia Internacional de la Haya celebrada en 1899 y en la que no pudo tomar parte por impedírselo físicamente Italia, con el apoyo de Alemania

 

 b)      PONTIFICADO DE PIO X ( 1903-1914)

 

Es de destacar en primer lugar la razón por la que GIUSEPPE SARTO eligió su nombre papal. El motivo de tal elección era su reconocimiento público, a los tres grandes pontífices que sufrieron en su calidad de Vicarios de Cristo: PIO VI, PIO VII y PIO IX. Esto ya demuestra un talante, menos intelectual que su predecesor, pero un gran pastor de almas.

 

Las líneas generales de su gobierno consistieron en marcar claramente las fronteras entre las potencias católicas y la Iglesia, la firmeza doctrinal, de ahí su condena al modernismo  en el Decreto LAMENTABILI SINE EXITU y su Encíclica PASCENDI DOMINI GRECIS.

 

Su lema apostólico fue INSTAURARE OMNIA IN CHRISTO, procurando para ello la mejor formación de los sacerdotes y de los seminaristas, fomentar la predicación y la catequesis. Su gran y loable “obsesión” era vencer a la ignorancia religiosa. Sin duda por ello se le denominó como el “Papa catequista” y dentro de esa misma trayectoria publicó la encíclica ACERBO NIMIS (1905) para la catequesis de la infancia y la redacción del CATECISMO, estudiado por muchas generaciones, hasta el actual CATECISMO DE LA IGLESIA.

 

Importancia simbólica por su carácter modélico fue la beatificación del santo Cura de Ars (Juan Maria Vianney)

 

Creó el PONTIFICIO INSTITUTO BIBLICO, unido a la Universidad Gregoriana.

 

En el aspecto sacramental del matrimonio, firmó la Constitución PROVIDA (1906) y el Decreto NE TEMERE (1907) sobre la forma jurídica del mismo.

 

En su labor canónica reformó la Curia Romana (1908), inició la elaboración de un Código de Derecho Canónico (1917) y creo el Boletín Oficial de la Santa Sede ACTA APOSTOLICAE SEDIS.

 

Frente al Estado Francés, se opuso a la Ley de Separación de Iglesia y Estado de 1905, tras la ruptura de relaciones diplomáticas en 1904 y posteriormente en 1906, publicó la Encíclica VEHEMENTER NOS y GRAVISSIMO OFFICIO MUNERE sobre la intervención y control del gobierno francés sobre los católicos, mediante la creación de asociaciones culturales creadas desde el poder.

 

En Italia como hemos visto anteriormente autorizó con ciertas reservas la actuación de los católicos en la vida pública. En Francia dentro del campo católico tuvo sus tensiones, por un lado, con el movimiento LE SILLON y por otro con ACTION FRANCAISE. Con Portugal, dada la política anticlerical del gobierno con la expulsión de los religiosos y la confiscación de los bienes eclesiásticos, rompió las relaciones diplomáticas.

 

 c)      PONTIFICADO DE BENEDICTO XV (1914-1922)

 

 Della Chiesa, fue un Papa eminentemente diplomático. Importantísimo fue su abolición del NON EXPEDIT de Pío IX o la permisión total de los católicos en la vida política italiana y la creación del PARTITO POPOLARE ITALIANO. Se le considera no sin cierta razón que es un Papa puente en relación a la actividad interna eclesiástica, pero hay que reconocerle que brilló con luz propia respecto a la política internacional, que propuso una PAZ CRISTIANA después de la Gran Guerra, que hubiera evitado sin duda la II Guerra Mundial de adoptarse sus orientaciones. Importantes fueron también sus relaciones con los católicos orientales y con los católicos de Estados Unidos. Por último hay que señalar que fue el papa que sancionó el Código de Derecho Canónico iniciado por su antecesor

 

Fue en suma el Papa sufriente de la Primera Guerra Mundial y de la Revolución Bolchevique Solo por eso es destacable su pontificado.

 

 d)      PONTIFICADO DE PIO XI (1922-1939)

 

 Solo parcialmente corresponde a nuestra ponencia.

 

Es el Papa de la Encíclica DIVINI REDEMPTORIS condenatoria del comunismo y de la MIT BRENNENDER SORGE condenatoria del racismo.

 

Importantísima debe considerarse su Encíclica QUAS PRIMAS (1925) condenando el laicismo (tema base de estas Jornadas) e instaurando la festividad de Cristo Rey.

 

Como colofón señalar que fue el Papa firmante de los PACTOS DE LETRÁN extinguiendo con ellos la “cuestión romana”.

 

 RELACIONES IGLESIA –ESTADO EN ELPERIODO 1874-1931

 

 METODOLOGIA

 

Antes de entrar al estudio de este capítulo, creemos necesario precisar dos cuestiones, a saber:

 

1ª.- La historiografía convencional suele dividir el estudio del mismo en tres subperiodos: a) El del reinado de Alfonso XII, de claro cariz canovista b) El de la regencia de Mª Cristina, más proclive al liberalismo y c) El reinado de Alfonso XIII y el desgaste del sistema. Nosotros dado el contenido de la ponencia, optamos por estructurar el periodo, en función de los distintos pontificados.

 

2ª.- El análisis girará sobre dos ejes complementarios: a) Las diversas legislaciones eclesiásticas del estado español y su respectiva recepción por Roma y b) Las distintas y contrapuestas corrientes habidas en el pensamiento y actuación pública de los católicos en esos momentos.

 

 A/PONTIFICADO DE LEÓN XIII (1878-1903)

 

 Podríamos llamarlo metafóricamente de luna de miel entre  España y la Iglesia después del terremoto de la Gloriosa. Cualquier mejora después de la Revolución del 68 era recibida por el papado como el maná, por poco que fuese lo favorable a las necesidades de la Iglesia.

 

Por consiguiente, la normativa básica del nuevo Estado: La Constitución de 30 de Junio de 1876, obtuvo el beneplácito de Roma y su diplomacia

 

 a)      Breve examen de la constitución:

 

 1º.- Su fundamento era la institución de la corona, como poder vertebrador, moderador hereditario, constitucional y dinástico.

 

2º.- Se trata de una Constitución abierta, es decir donde caben todas las políticas, por muy contrapuestas que sean... si aceptan el “constitucionalismo”.

 

3º.- A su vez es una Constitución flexible, lo que significa que no contiene articulado específico para su cambio, bien parcial, bien total.

 

4º.- Existencia de una contradicción ente el texto y la realidad, desde el punto de vista ejecutivo. El texto afirma que el Rey nombra a los ministros, no apareciendo reflejado el cargo de Presidente del Consejo, lo cual en la práctica se demostró lo contrario, siendo esa figura importantísima a partir de ese momento y en adelante.

 

5º.-Filosofía de soberanía compartida ente la Nación y la Corona.

 

6º.- En consonancia con lo anterior, colegislación

 

7º. Representación en el Congreso censataria en el texto, posteriormente basada en el sufragio universal.

 

8º.- Senado trial, electo nato, censatario y designado.

 

 b)      Examen de la faceta religiosa.

 

 El artículo 11 dice literalmente:

 

“La Religión católica, apostólica y romana, es la del Estado. La Nación se obliga a mantener el culto y sus ministros.

 

Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana.

 

No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la religión del Estado”

 

Como se puede apreciar es una conjunción de la libertad privada de cultos y la confesionalidad del Estado. Es lo que se denomina sistema de Tolerancia. Se legisla la obligatoriedad de manutención del clero y se protege no solo la libertad de conciencia, sino el ejercicio de toda práctica religiosa privadamente.

 

En lo que respecta a las divergencias en el ámbito católico, hemos de reconocer que fueron hondas, graves y soliviantadamente ásperas.

 

La división entre los católicos era trifronte, por el accidentalismo, por la fidelidad dinástica y por la defensa a ultranza de los principios. De este modo -y dejando a un lado a los católicos conservadores, pero de base liberal y “turnistas”, nos encontramos con los que atacando doctrinalmente al liberalismo renuncian a enfrentarse con el sistema y aceptan la dinastía alfonsina, los que siguen al legitimismo católico monárquico de Don Carlos y a los que proviniendo de esa misma rama se distancian por supuestos o ciertos errores doctrinales.

 

He aquí pues el panorama denominémosle antiliberal EN TRES SECTORES IRRECONCILIABLES:

 

El primero formado por la UNIÓN CATOLICA y su periódico LA UNIÓN, cuyo fundador fue ALEJANDRO PIDAL Y MON, defensor de la causa de la unidad católica en el anterior régimen y fundador de una revista de corta duración titulada ESPAÑA CATÓLICA. Esta agrupación tenía entre sus militantes más destacados a MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO a MILÁ I FONTANALS y a TAMAYO Y BAUS, entre otros. Tenía a su vez gran ascendencia entre la aristocracia, el ejército, cierto clero como el cardenal Moreno, la administración y la diplomacia, así como en el mundo, académico.

 

El segundo, el CARLISMO, fiel a su cuatrilema y con lealtad absoluta a Don Carlos VII, su representante era el marqués de Cerralbo.

 

El tercero el INTEGRISMO, surgido como reacción a dos direcciones. La primera dirigida al propio Papa, por su política de apaciguamiento con la III República Francesa y por algún párrafo  de la INMORTALE DEI. La segunda en contra del rey abanderado de la Tradición, por considerarle liberal al hablar en Francia en 1886, sobre su propósito de la creación de unas Cortes libremente elegidas y de dotar a España de una constitución. Su impulsor fue RAMON NOCEDAL, apoyado entre otros por el pensador ORTI Y LARA y su principal, medio el diario de su padre EL SIGLO FUTURO, además de una serie de periódicos y revistas extendidas por toda la geografía española.

 

La realidad era muy penosa, produciéndose denuncias a Roma de unos contra otros e incluso intentando acudir en querellas por calumnia, ante la jurisdicción estatal, como en el caso ocurrido en Salamanca, entre el director del diario integrista LA REGIÓN, Manuel Sánchez Asensio y el penitenciario Primitivo Vicente, que a Dios Gracias, no llegó a su término.

 

Hubo enfrentamientos dialécticos entre sacerdotes, como el habido entre Félix Sardá i Salvany, con su EL LIBERALISMO ES PECADO Y EL SACERDOTE Celestino Pazos, con su libro PROCESO AL INTEGRISMO.

 

También hubo alusiones sarcásticas contra obispos, como es el caso de los integristas salmantinos hacia su obispo Tomás Cámara, quien a su vez amenazó con incurrir en pecado mortal (sic) a quien leyese la Región u otro periódico dirigido por Sánchez Asensio o Enrique Gil Robles.

 

Por todos estos motivos el Papa escribió para los católicos españoles la Encíclica CUM MULTA que solo sirvió para encrespar los ánimos.

 

No obstante, no todo fue negativo el Cardenal Primado CIRIACO SANCHA DESPUES DE UN VIAJE A Roma organizó los llamados CONGRESOS, a los cuales se agregaron todos, por encima de banderas políticas, pero que no tuvieron ni la efectividad ni la continuidad deseada, pese a ser un paso adelante.

 

Los intentos de unión de los católicos en la actividad pública no acaban ahí, puesto que el obispo de Calahorra, después arzobispo de Valladolid CASCAJARES intentó formar un partido CATÓLICO al margen del conservador, proponiéndoselo a la Reina Regente, a fin de buscar ayuda y propugnando su dirección al General Azcárraga y a Silvela. Mas tarde hizo lo mismo pero esta vez proponiendo al General Polavieja.

 

En conclusión, se mascaba la necesidad de la unidad de los católicos ante las campañas anticatólicas.

 

 B/ PONTIFICADO DE PIO X (1903-1914)

 

 Este Papa tuvo que afrontar las malas relaciones con los gobiernos liberales coetáneos, como es el caso de JOSÉ CANALEJAS en 1910 y su famosa “Ley del Candado”, consistente en prohibir más institutos religiosos nuevos en España sin autorización del Ministerio de Gracia y Justicia por el espacio de dos años, siendo la denegación “ipso iure”, en el caso de ser extranjeros más de un tercio de la orden.

 

Esto llevó a la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambas partes, reanudadas en Enero de 1913.

 

No obstante, aun fue peor si bien no se llegó a la ruptura diplomática, la política llevada a cabo por el General LOPEZ DOMINGUEZ, en 1906, imitador de la política francesa republicana

 

Todo ello a su vez adobado por un ambiente periodístico elaborado con caldo anticlerical.

 

Consciente de la necesidad de una unidad de los católicos españoles y la urgencia del cese de las hostilidades, publicó un documento titulado INTER CATHOLICOS HISPANIAE el 20 de febrero de1906. Por otra parte, el Rey solicitó la destitución del Nuncio Vico por supuestas simpatías POR LA CAUSA CARLISTA.

 

No se pude soslayar, de otro lado la polémica y tensión habida entre el obispo de MADRID JOSE M.ª SALVADOR Y BARRERA y los cardenales MERRY DEL VAL y VIVÉS TUTÓ.

 

En resumen, el Papa Sarto, autorizaba a que los católicos militaran en ambos partidos dinásticos. Como consecuencia de ello los jesuitas se desprendían de sus concomitancias integristas

 

 C/ PONTIFICADO DE BENEDICTO XV (1914-1922)

 

 Su elección coincidió con un reflujo de las aguas conflictivas tanto en el mar de las controversias entre católicos, como en el océano de la conflictividad de las relaciones entre ambos sujetos de Derecho Internacional.

 

Recalcamos el concepto de interinidad de la pacificación, especialmente en el segundo punto, pues como es sabido y otros nos explicarán en otras ponencias, la TEMPESTAD estaba al asalto.

 

Como rasgos principales de este Pontificado, respecto a nuestra patria, señalaremos:

 

1º.- La entronización en el Cerro de los Ángeles del Sagrado Corazón de Jesús, como manifestación pública de Fe en España, en Mayo de 1919. Este vitalísimo acontecimiento, provocó evidentemente sus diatribas entre el bloque llamémosle laicista y el mundo católico, antes y  en especial tras el discurso de S M el Rey en la inauguración del acto  de  la entronización, que fue criticado especialmente en la prensa izquierdista.

 

2º.- El acontecimiento de la Primera Guerra Mundial, surtió el efecto inmediato de división entre los españoles en aliadófilos y germanófilos. En relación al tema de esta ponencia, cabe resaltar que, aunque la postura oficial de nuestra Jerarquía, era como correspondía de absoluta neutralidad, lo cierto es que en grandes sectores católicos de nuestro solar hispano, y por supuesto en las altas esferas eclesiásticas, abundaba para no decir predominaba un sentimiento en favor especialmente “del Imperio católico Austro-Húngaro, frente la anglicana Inglaterra y la laicista y masónica Francia”. Evidentemente es una generalización, pero se dio

 

Ahora no fue una actitud absolutamente compartida, puesto que en ciertos sectores del clero catalán y vasco corrían simpatías hacia el bando opuesto, en particular motivado por la esperanza Wilsoniana, en relación a su proclividad hacia nuevos reconocimientos nacionales. En otro campo, el Carlismo también recibió los coletazos de la Gran Guerra, a causa del apoyo oficial del pretendiente tradicionalista hacia Francia, por sus vínculos familiares con el legitimismo francés. De esta sacudida surgió la escisión Mellista en 1919.

 

3º. Aparece en estos momentos posbélicos, un pequeño sector católico, simpatizante y propenso a aplicarlo en España del PARTITO POPOLARE ITALIANO de Dom Luigi Sturzo. Uno de sus principales adalides fue Ossorio y Gallardo, posteriormente embarcado en la nave republicana.

 

4º.- También surgieron algunas voces, favorables a la revisión constitucional, realmente dirigidos a modificar el artículo 11 del texto Uno de sus portavoces fue el político y ministro liberal Manuel Pedregal. Sin embargo, la cosa no llegó a más.

 

 D/ PONTIFICADO DE PIO XI (1922-1937)

 

 El factor a destacar durante este Pontificado, es la Dictadura del General Don MIGUEL PRIMO DE RIVERA.

 

El ambiente político era en todo favorable a la Iglesia, y recíprocamente las autoridades eclesiásticas sentían simpatía, o prestaban apoyo claro al gobierno del general jerezano.

 

Hemos de recordar, su prohibición del juego, de los carnavales y sus medidas restrictivas a la aparición en escena de sacerdotes con matiz grotesco “Los sacerdotes como los militares, pueden salir a la escena (…) pero nunca servir de bufones, pues es notorio que con esto pueblo y juventud se educan inconvenientemente”.

 

Desde otro ángulo, fue significativo a la autorización a los franciscanos para que se hiciesen cargo del culto en la Iglesia de San Francisco el Grande y como colofón el apoyo económico al clero “Justo es, pues que a la hora en que se abren nuevos recursos de riqueza para la nación española (…) se atienda como la justicia exige a la honesta sustentación del clero, primer sostén de la causa del orden”.

 

Aun así, siempre toda obra buena, tiene sus escollos. El primero la actitud de cierto sector del clero catalán en contra del general, por considerarlo anticatalán, llevando sus quejas hasta el Vaticano. El motivo era la voluntad de Primo de Rivera de que los obispos en las diócesis catalanas no fueran nacidos en esta Región, para no favorecer el espíritu nacionalista. El estallido tuvo su origen en la provisión en la diócesis de Vich, al presentar el gobierno como candidato ideal al sevillano Tomás Muniz Pablos, lo cual, produjo toda una serie de discordias en ciertos eclesiales cercanos al catalanismo político. Resumiendo, la Santa Sede destinó como árbitro al Cardenal Primado Reig, soslayando al nuncio Tedeschini. La cuestión se solventó con el nombramiento de Juan Perelló superior general de la congregación de los Sagrados Corazones de Mallorca y profesor a su vez del seminario diocesano.

 

Otro problema, aunque menor representó la medida en principio benéfica, en favor de la Universidad de Deusto y del Escorial, proveyendo un tribunal de exámenes compartido por dos profesores del centro y un catedrático del cuerpo nacional. Se desató un clima hostil en ciertos medios universitarios, lo cual dio lugar a la no promulgación de la ley.

 

Estos son a grandes rasgos, las relaciones habidas entre la esfera eclesiástica y la estatal en el periodo de la Restauración.

 

 CONCLUSIONES

 

 1ª.- El liberalismo aun moderado tarde o temprano acaba con chocar con la ortodoxia.

 

2º.- Es necesario la unidad de los católicos, para actuar, en la vida pública, no solamente la política.

 

3º.- Además es un deber, lo expresado en el punto anterior.

 

4º.- Hay que distinguir entre colaborar puntualmente con liberales, que actuar conforme y en favor del liberalismo.

 

 Conferencia pronunciada por D. Jaime Serrano de Quintana, Presidente de la Asociación Cultural Gerona Inmortal en el marco de la XX Jornadas de la Unidad Católica de España. Zaragoza 18-19 de abril de 2009.

 

 

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