España es el único país de la historia que se ha hecho en la afirmación de la fe, en la recuperación de la fe y en   el mantenimiento de la misma, y que sin la unidad religiosa conseguida hace catorce siglos no se entendería nuestra patria común, nuestra unidad histórica y cultural…  

      La unidad de España es la unidad de todos sus pueblos asentada en sus raíces cristianas…

      Una España unida sería una España más católica porque el país tiene su origen en la fe, en la Unidad Católica. A mi juicio, sin la fe cristiana España puede ser otra cosa, pero dejará de ser España”.

 

                                + Cardenal Antonio Cañizares

        

La SALVACIÓN DEL SER DE ESPAÑA

está en la

RECONQUISTA DE SU UNIDAD CATÓLICA


El ser de España, desde su conversión a la fe de Cristo por la predicación de Santiago Apóstol alentado por la protección de la Virgen del Pilar, es su catolicidad.

Entregada la Confesionalidad Católica de España en la Constitución laica de 1978, el ser mismo de la Patria viene precipitándose hacia la descomposición y la muerte.

La salvación de España está en la Reconquista de su Unidad Católica.

 
 

 ¿QUIÉNES SOMOS?

     Somos seglares católicos, fieles al Sumo Pontífice de la Religión Católica, única verdadera de la Iglesia de Jesucristo y a los Obispos católicos corresponsables de salvaguardia de la Fe de la Revelación del Señor, que procuramos llevar una vida espiritual avanzada; no somos principiantes, ni en nuestra vida religiosa personal ni en nuestros trabajos apostólicos. Esto quiere decir que no nos interesa discutir acerca de la existencia de Dios ni de las excelencias de la devoción a la Santísima Virgen. Damos todo esto por sabido y nos situamos en un plano más especializado.

     Nosotros constituimos una unidad de combate muy dura para defender a España de su descristianización. Nos oponemos con la mayor intransigencia al avance del laicismo, que mueve sus piezas poquito a poquito, con disimulo y entre constantes invocaciones al mal menor. Antes de que la Iglesia visible y oficial empezara a endurecer sus posiciones, nosotros ya estábamos en las trincheras.

     Tenemos una concepción de las cosas y un estilo que nacen de la distinción entre una suma de pequeños logros apostólicos sectoriales, y su conjunto, que llamamos CONFESIONALIDAD CATÓLICA DEL ESTADO, y que es mucho más que la mera suma. A fin de aclarar ideas y posiciones, recordaremos la diferencia entre mezcla y combinación química. La mera suma, la mezcla, es la aspiración del liberalismo católico, de la democracia cristiana. Nosotros, por nuestro talante y visión anticipada a los librepensadores, enemigos perennes de la Cristo y de su Iglesia, estamos en la órbita activa de un conglomerado que aglutina a los sumandos iniciales para formar algo distinto, como es una combinación química.

    En nuestro andar cotidiano hemos aprendido que la verdad eterna e inconmovible crea antipatías y el cabestraje, amigos. Y a pesar de ello, no nos desviaremos de la verdad por seguir el parecer de la mayoría. Duela a quien duela, pese a quien pese, y caiga quien caiga, llamaremos al pan siempre pan, y nuestros testimonios, nuestros ejemplos diarios de vida y nuestros escritos, sin medias tintas, tendrán siempre, siempre, siempre como meta LA UNIDAD CATÓLICA DE NUESTRA PATRIA.

A esta salvación de España por la Reconquista de su Unidad Católica venimos comprometidos la ASOCIACIÓN CIVIL UNIÓN SEGLAR DE SAN FRANCISCO JAVIER DE NAVARRA, que desde 1982 ha editado el Quincenal Navarro Católico Siempre P’alante, y que por la imposibilidad manifiesta de su Director, el Ilmo. sacerdote DON JOSÉ IGNACIO DALLO LAREQUI, que tras sufrir un ictus no puede continuar su larga obra  y fructífera  trayectoria espiritual y humana, la JUNTA NACIONAL PARA LA RECONQUISTA DE LA UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA ha decidido continuar  su labor publicando la nueva revista UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA el 15 de Octubre  siguiendo el ideario y el espíritu de Siempre P’alante.

Con la nueva revista UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA, comenzamos el relevo como Órgano periodístico de la Junta Nacional para la Reconquistas de la Unidad Católica de España, en oposición a la aprobación de la Constitución sin Dios de1978, que consideramos como la raíz de todos los males patrióticos y religiosos que padecemos.

 

Tras la conmemoración en 1989 del XIV Centenario del III Concilio de Toledo (proclamación de la Unidad política y religiosa de España por el Rey visigodo Recaredo, que abjuró de su arrianismo), en la que a pesar de la oposición  incluso  del  clero  conservador, especialmente Don Marcelo al que algunos  han querido  ver  como  “tradicional”,  más  de mil  personas  participamos en Toledo  no sólo de conmemoraciones de tipo académico, sino también de cariz político y espiritual, destacando la procesión de del  Rosario  de la tarde del 25 de Noviembre a través de las calles de Toledo, iluminándolas con nuestras velas y antorchas, hasta el templo de San Juan de los Reyes y al día  siguiente se celebró la  Santa  Misa  en  la  Cripta  del  Alcázar (por negación expresa de Don Marcelo a celebrarla en la Catedral como nos había prometido) donde se renovó el juramento  de  la  Unidad  Católica:

 

JURAMENTO

“En presencia de la infinita majestad de Dios nuestro

    Señor, de los patronos de España: la Santísima Virgen

             Inmaculada Concepción, Santiago Apóstol y el Santo Ángel

     Custodio de España, de todos los Santos Padres del III

         Concilio Toledano, y de todos los Santos y Mártires de las

        Españas… JURO defender la doctrina de la UNIDAD

 CATÓLICA DE ESPAÑA y trabajar con todas mis

Fuerzas para su Reconquista y restauración en nuestra Patria”.

 

Juramento, cuya ALMA teológica es la encíclica “Quas Primas” de S.S. el Papa Pío XI (11- XII- 1925), y que   desde entonces venimos jurando los seglares católicos españoles anualmente en Zaragoza todos los años, (excepto el realizado en El Escorial en 1991), en las Jornadas convocados por la Junta Nacional para la Reconquista de la Unidad Católica de España, presidida primeramente por Don Alberto Ruiz de Galarreta (hasta su fallecimiento el día 12 de septiembre de 1919) y después por el nuevo Presidente Don Jaime Serrano de Quintana, bajo la organización, coordinación y dirección a Don José Ignacio Dallo Larequi, ininterrumpidamente durante los últimos 30 años hasta que el 2020 se aplazaron y más tarde se suspendieron por la pandemia.

  

Con el fin dar estabilidad e impulsos a nuestro ideal de Reconquistar de la Confesionalidad Católica del Estado y considerando que la SALVACIÓN DEL SER DE ESPAÑA está en la RECONQUISTA DE SU UNIDAD CATÓLICA, nos ofrecemos a tí, católico español, proponiéndote trabajar juntos en tan vital y trascendental empresa histórica, constituyéndonos en UNIDAD DE COMBATE para defender a España de su descristianización, para oponernos con la mayor intransigencia al avance del laicismo, que mueve sus piezas poquito a poquito, con disimulo y entre constantes invocaciones al mal menor.

 

Desde nuestra perspectiva católica resulta escalofriante y desolador comprobar el panorama español de los últimos cuarenta años. Efectivamente, ha sido y es un derrumbamiento caótico de las virtudes cristianas. Es curioso evidenciar cómo desde todos los niveles y estamentos sociales, apoyándose en la a confesionalidad del Estado, cuidando no herir a las falsas religiones (musulmanes, ortodoxos, protestantes, mormones, testigos de Jehová y demás sectas) que campean triunfantes como invitados de honor en el banquete democrático irreligioso y libertino, se ridiculiza, tratando de aniquilarla, a nuestra Santa Madre la Iglesia Católica, porque saben que en Ella se encuentra el corazón de la Verdad, ese corazón que durante catorce siglos ha sido el ser de España.

 

  Se ataca frontalmente contra todo lo católico y todo lo español, en una acometida laicista que muchos de nosotros lo vivimos en nuestro propio entorno, al tiempo que lo padecemos en nuestra propia carne con la impotencia proporcionada a nuestra soledad, porque lamentablemente, al carecer de esa fuerza necesaria para apiñarnos en un grupo heterogéneo, nos hace sentirnos aislados, incapaces e indefensos, en “pobres seglares”, sin saber cómo contener la actual espiral laica, que pretende imponerse como un logro masónico-liberal anulando nuestro catolicismo y nuestra españolidad. Dos títulos, que el Buen Dios, nos ha concedido gratuitamente, y, por ello mismo, estamos obligados a conservar aun a costa de la propia vida.

 

  Estamos convencidos de que el remedio para no seguir lamentándonos de esta situación actual, que no nos gusta, lo tenemos nosotros, los católicos, tú y yo; simplemente consiste en aparcar nuestro aislamiento y decidirnos, de una vez por todas, a unirnos, bajo el denominador común de nuestro catolicismo, volviendo a las fuentes de nuestra fe para que realicemos nuestra “esencialización” dentro de nosotros mismos y podamos comprobar si el acontecimiento de la presencia de Cristo es el hecho sorprendente y decisivo en nuestras vidas y en nuestro entorno familiar.

 

Concienciémonos y cooperemos en algo tan positivo y tan real, como es la JUNTA NACIONAL PARA LA RECONQUISTA DE UNIDAD CATÓLICA ESPAÑOLA, nacida con antelación  a la celebración del XIV Centenario del del III Concilio de Toledo, e injertada en la legalidad de la Unión Seglar de San Francisco Javier de Navarra, Asociación Civil de seglares reconocida por la Dirección General del Ministerio de la Gobernación con fecha 19 de enero de 1977, independe clericalmente de la autoridad religiosa y fiel al Magisterio perenne de la Iglesia Católica, fundada por el Rvdo. Don José Ignacio Dallo Larequi, sacerdote incansable en las cosas de Cristo, y que hoy, a pesar de estar afectado por una grave enfermedad, continúa animándonos a continuar en la recuperación de la Unidad Católica Española Perdida para que las generaciones actuales y las venideras puedan gozar de todos los beneficios conseguidos bajo el Reinado de Nuestro Señor Jesucristo.

 

¿QUÉ PEDIMOS?

 

Precisamente en las XXX Jornadas celebradas, y a la vista de que el avance descristianizador es proporcional a la vergüenza patriótica, y que la conjura globalista-masónica es tan extensa y profunda como la dispersión de los católicos, y los operarios pocos, pedimos voluntarios para RECONQUISTAR LA UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA que es la coincidencia de la CONFESIONALIDAD CATÓLICA DEL ESTADO con una interpretación restrictiva de la libertad religiosa. Ese es el centro de batalla en curso, a favor o en contra de la descristianización de nuestra Patria. Por lo que decidimos continuar en la labor impulsora y definitiva de la JUNTA NACIONAL PARA LA RECONQUISTA DE LA UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA, que como frente único de unión de católicos españoles hoy te brinda la oportunidad de participar activamente en este hecho histórico para que así, aunados todos con Cristo, en hermandad firme y sólida de su reinado, podamos detener el avance de la presente revolución e invertir su postulado dogmático de “Dios destronado y el hombre en su lugar”.

 

A nuestros hermanos en la fe les pedimos caridad y sentido común. La diversidad de vocaciones y de carismas no deben entenderse como un enfrentamiento entre ellos. No solamente nos acosan los enemigos de la Iglesia, con lo cual ya tenemos bastante, sino que, además, nos secan no pocos católicos. Quisiéramos acabar con la paradoja que sufrimos, de que algunos católicos, incluso altamente calificados, que por un lado corren a retratarse jubilosos con personajes de religiones anticristianas, y que departen alegremente con dirigentes políticos igualmente enemigos, por otro lado, nos niegan a nosotros el pan y la sal. Para nosotros, que defendemos heroicamente la pureza del depósito de la Fe, ni una palabra amable y muchas hostiles. Vemos mucha comprensión para los de fuera y poca para los de dentro.

 

Quizás, amigo que te sientes solo, tengas la esencia de enamorado de Dios y de España y no sepas “qué” hacer. Por lo que te propongo reflexiones sobre las siguientes preguntas que en su día escribió y publicó Don José Ignacio Dallo:

 

Si sientes la responsabilidad de sembrar a Dios entre tus hermanos; de defender públicamente a Cristo y dar la cara por El.

 

Si no te arrugas ante la sonrisa malévola de los descreídos o ante la ironía engreída de los indiferentes o desleales a su Iglesia.

 

Si tienes la audacia de proclamar tu fe frente al silencio transigente de los cobardes y cantar la alabanza divina frente a los gritos provocadores de los blasfemos.

 

Si, hombre de paz y fuerte con elegancia, eres luchador siempre abierto al perdón de las debilidades, pero nunca a la claudicación en los principios.

 

Si, vocero de la actualidad más pura de tu fe, basas la verdad de tu doctrina en la roca de los documentos oficiales del Magisterio perenne de la Iglesia, y no en las arenas movedizas de las últimas declaraciones de "teólogos" o "moralistas" en el último número de la revista de moda.

 

Si, independiente de burocratismos frenantes, buscas acción apostólica netamente religiosa, concreta y directa; libre, siempre, pero coordinadamente comprometida como condición para el éxito.

 

Si no permites que arrinconen tu fe en tu corazón, si quieres ejercer tu derecho a proclamar por las calles, por la prensa, radio, cine y TV, públicamente y respetado, el culto debido a tu Señor.

Si estás decidido a impedir valientemente que sembradores de confusión adulteren tu fe o tus costumbres, o que "educadores" indulgentes traicionen la formación cristiana de tus hijos.

 

Si no estás dispuesto a que el vendaval iconoclasta arranque del corazón de los tuyos el amor a María, nuestra Madre.

 

Si no eres de la multitud de católicos que estérilmente se lamentan de la destrucción de la Ciudad de Dios, sino del grupo de los esforzados que se prestan ya en Su Nombre a defenderla y salvarla”.

 

      Y una vez concienciado, te esperamos y proponemos te pongas al lado de los que además de la esencia tenemos el corazón y si sabemos que, lo que hay que hacer es coordinar esfuerzos, potenciar acciones buenas, activar estrategias de los Hijos de Dios, porque estamos abiertos a todos, sin exclusivismos, siendo servidores de todos, sin protagonismos fatuos. Abre tu alma de apóstol y contacta con nosotros, refuerza nuestras filas, enséñanos tus experiencias, contágianos de tu celo. Tu Causa es nuestra Causa, la Causa de Dios. Ayúdanos y apóyanos poniendo, junto a nuestros corazones, también tu corazón, que sabemos lo tienes, en tus ideas, en tus sugerencias y consejos, en tu acción, en horas de gestión, en tiempo, en tu ayuda, en la dedicación, en tu oración…, en una palabra: a RECONQUISTAR LA UNIDAD CATÓLICA ESPAÑOLA PERDIDA. Necesitamos tu ayuda y unión voluntaria como católico español, más allá de tus preferencias temporales políticas de partido. A cuantos se sientan identificados con nosotros les pedimos se adhieran con toda sinceridad a nuestra causa. Forma parte de nuestra Causa común, y podrás ponerte en vanguardia, ser miembro activo, testigo diario de ejemplaridad, pieza fundamental de oración y por añadidura cooperador directo en el apostolado de la Universal Realeza de Cristo. Ese es el centro de batalla en curso, a favor o en contra de la descristianización y desmembración de nuestra Patria.

 

¿QUÉ DAMOS?

 

Ante los pusilánimes que se conforman con los hechos inicuos y transigen aceptando como un mal menor sus circunstancias, al tiempo que justifican lo inaceptable, amparados unos en su propia desidia y otros en el sofisma e incongruencia de sus vidas avejentadas por el vacío de un ideal espiritual, argumentando que RECONQUISTAR LA UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA es como perseguir una utopía desheredada; reafirmamos nuestra convicción de que la única utopía existente es la ridícula afirmación liberal-humanista que intenta aquí y ahora construir un paraíso sin Dios. La experiencia y los hechos diarios nos muestran, que cuando se rechaza, se disminuye o se ponen cortapisas a la REALEZA UNIVERSAL DE JESUCRISTO, es cuando los hombres, esclavos de su mala elección, se hacen más inhumanos, y su afán de crear el cielo en la tierra se convierte inevitablemente en un infierno. Nosotros, querido amigo, te damos espíritu de resistencia porque estamos juramentados en seguir defendiendo la UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA, palmo a palmo, independientemente de esas “circunstancias”, a las que no solo no nos acomodamos, sino que, con la ayuda del Buen Dios, queremos vencer, sobreponiéndonos a su adversidad en una contrarrevolución cargada de fidelidad. Te esperamos, y cuando llegues te daremos contactos y amistad, un puesto de combate con recursos, medios y ambiente, calor humano para denunciar y cerrar el paso al enemigo… Recuerda que ante Dios no hay héroes anónimos.

 

El listón está tan alto, que parece quimérico perseguir, hoy y ahora, un objetivo como es la Confesionalidad del Estado, pero precisamente por ello es mayor nuestro estímulo en su consecución. No desfallezcamos ni nos demos por vencidos antes de asumir el reto. No podemos darnos por extintos cuando somos tantos. Insertados en Cristo resucitado, pertenecemos a una religión de vivos y no de muertos, de en último caso triunfadores. Nuestro cristianismo, como sacramento de unidad de fe en catolicidad, es símbolo pleno de un contenido evangélico profundo que hace la originalidad religiosa-histórica-cultural de ese ser tan maravilloso y único que llamamos España.

 

     Realmente nos gustaría contar contigo y con todos los que sobrepongan el amor a Dios y a la Patria por encima de cualquier partidismo. Desde estas líneas, como coordinador Secretario General de la Junta Nacional en ejercicio de esta campaña, te envío, a todos, un gran abrazo, por encima de las ingratitudes, por encima de las deslealtades, por encima de los desprecios, por encima de los maltratos y por encima de eventos y acontecimientos circunstanciales, en la fe y la esperanza. 

                                          

José Luis Díez Jiménez

 

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SI ESTÁS INTERESADO EN FORMAR PARTE Y COLABORAR CON NOSOTROS PARA RECONQUISTAR DE LA UNIDAD CATÓLICA DE ESPAÑA, puedes telefonear al 6664503565 o escribirme a las siguientes direcciones:

 

 Unión Seglar de San Francisco Javier

 c/ Dr. Huarte, 6 – 1º izquierda

  Apartado 2114

 31003 PAMPLONA (Navarra- España)

  E-mail uce@unidadcatolicadeespaña.es

 

 

UNA ULTIMA PETICIÓN: POR FAVOR, TE RUEGO ENVÍES EL PRESENTE ESCRITO A CUANTOS CREAS LES PUEDA INTERESAR.  GRACIAS.

 
 
 
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