XXV JORNADAS NACIONALES

 

 

 

  

 SEGLARES CATÓLICOS ESPAÑOLES

 

  para la

 

    RECONQUISTA de la UNIDAD CATÓLICA

 

                                                           Zaragoza, 26 y 27 de Abril  de  2014

                                  

Tema General:  

"UN CUARTO DE SIGLO DESDE TOLEDO 1989

POR EL REINADO SOLCIAL DE JESUCRISTO"

PROGRAMA

         DESDE EL PILAR, ROCA DE NUESTRA FE

 

PROGRAMA 

        

 

       

BODAS DE PLATA DE LAS JORNADAS Y VIGENCIA DE LA UNIDAD CATÓLICA

 

     Un cuarto de siglo de Jornadas para la Reconquista de la Unidad Católica de España, surgen de aquellas Jornadas de Toledo de 1989, convocadas -como el Congreso Católico de Madrid de 1889- para celebrar la conversión de Recaredo y la Unidad Católica de España, base de esta nación y la Hispanidad, esto es, de toda una civilización. Tras las Jornadas de Toledo se cuentan las de El Escorial en 1991 y otras 22 junto a El Pilar de Zaragoza. Bodas de plata el 26 y 27 de abril, en tiempo pascual, en la vigencia y defensa de vuestras afirmaciones durante estos 25 años.

     Con un inmenso gozo, para dar gracias a Dios y mantener las presencias  siempre tan necesarias, representantes de grupos Seglares Católicos de España se han reunido en la casa de las "Misioneras Eucarísticas de Nazaret" de Zaragoza.Misioneras Eucarísticas de Nazaret” de Zaragoz

 

Unas Jornadas muy especiales han cubierto con creces el Programa establecido. Los asistentes, sobre todo de Madrid, Valencia, Gerona, Toledo, Navarra y Zaragoza, con presencia de las Misioneras de las Doctrina

Rurales de Castellón, han convivido con intensidad en unas Jornadas muy íntimas que han tenido una viva participación.

 

 

Las Jornadas, ejemplo de fidelidad y acto de servicio, han pivotado sobre dos ejes: Manuel de Santa Cruz y don José Ignacio Dallo, pero también tienen dos vertientes: la defensa de la verdad histórica sobre cómo España surgió de la Unidad católica en el 589, y la defensa de la verdad doctrinal sobre el reinado social de Jesucristo. Hoy el enemigo sigue activo: el liberalismo (laicidad y laicismo), el marxismo (Gramsci), y el islamismo. No podía faltar el sincero reconocimiento a don Manuel de Santa Cruz…, como estratega de las 25 Jornadas, y a don José Ignacio Dallo Larequi, su director.

 

La entrada solemne de las Banderas (la Nacional Española, la del Sagrado Corazón de Jesús, y la de la Unidad Católica) al canto vibrante del Christus Vincit abre las Jornadas el día 26.

 

Don Jaime Serrano de Quintana, presidente en funciones de la Junta Nacional de Seglares Católicos Españoles hizo la presentación.

 

Las Jornadas, ejemplo de fidelidad y acto de servicio, han pivotado sobre dos ejes: Manuel de Santa Cruz y don José Ignacio Dallo, pero también tienen dos vertientes: la defensa de la verdad histórica sobre cómo España surgió de la Unidad católica en el 589, y la defensa de la verdad doctrinal sobre el reinado social de Jesucristo. Hoy el enemigo sigue activo: el liberalismo (laicidad y laicismo), el marxismo (Gramsci), y el islamismo. No podía faltar el sincero reconocimiento a don Manuel de Santa Cruz…, como estratega de las 25 Jornadas, y a don José Ignacio Dallo Larequi, su director.

 

 En la Santa Misa celebrada en la capilla de la basílica de El Pilar (en la foto), concelebraron don José Ignacio Dallo, director de la U.S. San Francisco Javier de Pamplona y del quincenal católico “Siempre P’alante”, y don Francisco Suárez Fernández, director de la U.S. Virgen de los Desamparados de Valencia. Como salutación, el Rvdo. Dallo presentó por extenso el tema y propósito de las Jornadas.

  El eje de estudio de los dos días ha estado en tres conferencias de gran interés, complementarias y bien articuladas. Las impartieron “gente de casa”, veteranos de las Jornadas; don José F. Garralda abordó con detalle los temas y conclusiones de las 25 Jornadas, don Agustín Cebrián la necesidad de la presencia física en todos los ámbitos donde convenga, y don Vicente Febrer Fores, hijo de quien tanto apoyó el nacimiento de “Siempre P’alante”, explicó la vigencia de los postulados de la Unidad Católica y lo que resta por hacer.

 

 

      En las ponencias breves del día 26, intervinieron don José Cervera con un profundo tono religioso, don José Fernando Silva abriendo las esperanzas sobre el despertar de la actual juventud católica, y don Carlos González, que mostró nuestra resistencia a dejarnos arrebatar una fe católica que no puede ser interconfesional.

 El homenaje eucarístico-mariano a Cristo Rey, en la iglesia de San Juan Bautista (de los Panetes), se abrió con la exposición del Su Divina Majestad. Le siguió el rezo del Santo Rosario dirigido por doña Carmina Sancho, la plática de don Francisco Suárez y la consagración de España al sagrado Corazón, seguida de la bendición del Santísimo. La plática enseñó que frente a la desesperanza actual y la putrefacción de la muerte, Cristo ha resucitado, ha multiplicado los panes, y nos mueve a confiar en Él. Como Rey, ya reina en la custodia, ante la que debemos rezar y contemplar cristianamente, amigos de la calma y de no perder la paz, sabiendo que necesitamos ser muy dóciles a Dios para ser sus instrumentos.

 

      Las oraciones de la mañana del domingo día 27, se realizaron con la audición de la Radio JLD Unidad católica de España, acompañada de una proyección. Es un ejemplo de lo que se radia todos los días en Internet, gracias al gran trabajo de don José Luis Díez. A continuación, el Excmo. Sr. Don Manuel Ureña Pastor, arzobispo de Zaragoza, celebró la Santa Misa en la luminosa y austera iglesia de San Juan de los Panetes. Concelebraron con él los  consiliarios de las Uniones Seglares de Pamplona y Valencia. En su homilía, Mons. Ureña trazó con rigor y vigor la devoción de la divina Misericordia, la necesidad de apoyar las vocaciones, y el significado de la canonización de San Juan 23 y San Juan Pablo segundo en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II.

JURAMENTO

 

  Antes del Ofertorio, el presidente en funciones don Jaime Serrano de Quintana, por sí y ante los seglares católicos, realizó el juramento de la Unidad Católica; Mons. Ureña le tomó el juramento. Para el momento del juramento tras el credo, este año y con motivo del XXV Jornadas para la Unidad Católica de España, nuestro colaborador D. José Luis Díez Jiménez ha compuesto el díptico, cuyo interior repri¡ucimos.

 

Al final se leyó la carta de Mons. Ureña excusando su presencia este año por preparar su viaje a Roma -que al fin le fue imposible-, y se cantó el Himno a la Virgen del Pilar y, con un  cariñoso recuerdo, se inició el Virolai a la Virgen de Montserrat en su fiesta.

Las intervenciones breves fueron un gran testimonio de personas probadas como don Emilio Blanco (Francia), don Gil de la Pisa, don Fernando Rivero, don Jaime Ramírez, don Jesús Ortiz y la hermana Inmaculada de Las Misioneras. También hubo tiempo para apreciar como primicia  los compases iniciales de un solemne Te Deum compuesto para los 25 años de Siempre palante por don Jesús Calvo Pérez (párroco de Villamuñío, León), que no pudo asistir, e interpretado por una música electrónica digitalizada.

Las intervenciones breves fueron un gran testimonio de personas probadas como don Emilio Blanco (Francia), don Gil de la Pisa, don Fernando Rivero, don Jaime Ramírez, don Jesús Ortiz y la hermana Inmaculada de Las Misioneras. También hubo tiempo para apreciar como primicia  los compases iniciales de un solemne Te Deum compuesto para los 25 años de Siempre palante por don Jesús Calvo Pérez (párroco de Villamuñío, León), que no pudo asistir, e interpretado por una música electrónica digitalizada.

Tras las conclusiones presentadas por don Jaime Serrano, aceptadas por aclamación, se entonó el Himno de las Juventudes Católicas de España.

 

 

Ya en el Restaurante, don Emilio Blanco obsequió a los más de 60 comensales con un sabroso queso de los monjes benedictinos a los que atiende. Se rió en la sobremesa con las ocurrencias chistosas de unos y otros, don Agustín Cebrián nos deleitó como tuno y los hijos de la querida familia Ortiz-Frigola cantaron como una delicia. Sí; todo fue muy gozoso, nos acordamos de los fallecidos e imposibilitados, y quedó muy clara la necesidad de la presencia física que hace posible las Jornadas y tanto enriquece a todos. Sois tantos y tan queridos que no puedo nombrar a todos los presentes:  

 VOLVER